Comunidades agrícolas latinas enfrentan nuevas tensiones migratorias en los Estados Unidos

En las tranquilas zonas rurales del estado de Nueva York, donde el trabajo agrícola sostiene gran parte de la economía local, crece el temor entre cientos de familias migrantes que ven su futuro amenazado por las recientes intensificaciones en las políticas de control migratorio impulsadas por la administración de Donald Trump.

Durante las últimas semanas, varios operativos de detención en granjas y comercios del norte del estado han dejado a muchas comunidades en alerta. No solo se trata de trabajadores indocumentados: incluso quienes cuentan con permisos temporales o solicitudes de asilo en trámite han sido afectados por redadas sorpresivas.

Frente a este clima de tensión, diversas redes vecinales y organizaciones de base han reactivado sus protocolos de emergencia. Grupos comunitarios han creado rutas seguras para transportar a trabajadores, han instalado comedores solidarios y ofrecido talleres sobre derechos civiles y asesoría legal migratoria.

Mientras tanto, varios empleadores del sector agrícola reconocen el daño que esta situación puede causar a sus operaciones. La dependencia de la mano de obra inmigrante no solo es evidente, sino indispensable para mantener la producción de frutas, hortalizas y productos lácteos. Algunos productores, aunque partidarios del orden migratorio, han expresado su preocupación por la falta de alternativas legales que permitan regularizar a sus trabajadores.

Fuente: La Republica