Tensión diplomática por avioneta con droga desata diferencias entre México y El Salvador

Una aeronave cargada con más de 400 kilogramos de cocaína, interceptada por autoridades mexicanas en el estado de Colima, ha provocado un inusual cruce de declaraciones entre funcionarios de alto nivel de México y El Salvador.

La disputa comenzó tras un comunicado oficial del secretario mexicano de Seguridad, Omar García Harfuch, quien aseguró que la avioneta habría partido desde territorio salvadoreño antes de ingresar al espacio aéreo mexicano. En respuesta, el presidente salvadoreño, Nayib Bukele, negó contundentemente dicha versión, calificándola de incorrecta y exigiendo una rectificación por parte del gobierno mexicano.

Bukele apoyó su postura con un reporte de vigilancia aérea proporcionado por una agencia estadounidense, la Fuerza de Tarea Conjunta Interagencial Sur, que indicaría que la nave nunca sobrevoló territorio salvadoreño. Además, mencionó que fue Costa Rica el primer país en detectar la aeronave en ruta, sin que se estableciera contacto con radares salvadoreños.

La polémica escaló en redes sociales, donde ambos funcionarios compartieron mapas y datos técnicos para respaldar sus posiciones. Harfuch, por su parte, reiteró que el rastro aéreo fue detectado al sur de San Salvador, basándose en información del Centro Nacional de Vigilancia del Espacio Aéreo (CENAVI).

La avioneta terminó su trayecto en una pista clandestina en Tecomán, Colima, donde las autoridades mexicanas confiscaron la droga y arrestaron a tres personas, todas de nacionalidad mexicana.

Mientras tanto, el gobierno salvadoreño ha solicitado una reunión con su representación diplomática en México para abordar el asunto y evitar malentendidos que puedan afectar la relación bilateral.

Claudia Sheinbaum, presidenta de México, intervino este jueves en un intento de dar por concluido el intercambio. Declaró ante medios que el incidente ha sido aclarado y que no existió intención de generar fricciones diplomáticas.

El episodio evidencia la sensibilidad regional frente al tráfico aéreo de estupefacientes y la importancia de la cooperación precisa entre países para combatir estas redes sin generar fricciones políticas innecesarias.

Fuente: La Prensa Grafica