Tras más de dos décadas de estudios topográficos y arqueológicos, el Ministerio de Cultura de Perú anunció una nueva delimitación del área protegida que resguarda a las emblemáticas Líneas de Nazca y los geoglifos de Palpa, ajustando la superficie de la reserva a poco más de 3.200 kilómetros cuadrados.
El titular de la cartera, Fabricio Valencia, informó que la actualización se basa en una reevaluación técnica que permitió precisar el perímetro real de la zona arqueológica. La medida no compromete el estatus de Patrimonio Mundial de la UNESCO ni modifica su zona de amortiguamiento.
“Lo que estamos haciendo es sincerar los datos tras un análisis riguroso. Este ajuste nos permite enfocar mejor los esfuerzos de conservación, sin alterar la protección efectiva del sitio ni su valor cultural excepcional”, señaló Valencia durante una sesión descentralizada del Congreso realizada en Ica.
El cambio abre la puerta a posibles usos regulados del terreno que ya no forma parte de la reserva. Según el Ministerio, en estos sectores se podrán llevar a cabo actividades económicas o de infraestructura, siempre bajo autorización y sin comprometer el patrimonio arqueológico.
Autoridades regionales y legisladores valoraron positivamente la decisión, destacando que el rediseño perimetral también podría aliviar tensiones con comunidades locales asentadas cerca del antiguo límite, que mantenían disputas sobre el uso del suelo.
Fuente: La vanguardia