La Ley de Tolerancia Cero al alcohol prometía salvar vidas en las carreteras de El Salvador, pero casi cinco meses después, el escenario es muy distinto al que se esperaba: más accidentes, mientras que la industria gastronómica lucha por mantenerse a flote.
La medida que en su momento fue aplaudida por muchos, hoy presenta resultados que están lejos de ser alentadores. Se registraron 7,176 siniestros viales, lo que representa un aumento de un 3%, entre el 1 de enero al 9 de mayo en comparación con el mismo período de 2024, según Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONASEVI). Además, solo en el mes de marzo El Salvador contabilizó 1,800 accidentes de tránsito, lo que se traduce en un alza del 8.3 %.
Las personas lesionadas también han presentado un alza entre marzo de 2025 y marzo de 2024, el año pasado hubo 1,023 y este año, 1,159, es decir, un aumento del 13.2 %.
Y aunque se restringió el alcohol, ¿sabías que el alcohol no es el principal culpable de los siniestros? La causa número uno son conductores distraídos, seguidos por el uso del celular, además de maniobras imprudentes como invadir carriles o no mantener distancia.
Restaurantes impactados
Un post de
«Estuviera de acuerdo con cero tolerancia al alcohol, si de las principales causa de accidentes fuera conducir en estado de ebriedad, y nunca lo ha sido. Antes, por ejemplo, podías ir a cenar a un buen restaurante y aceptar que el sommelier te sugiriera una copa de vino (solo una) que hiciera maridaje con tu plato y disfrutar la experiencia. Ahora si vas a conducir no puedes ni siquiera poder aceptar esas sugerencias, una sola copa de vino, que apenas son 2 dedos de una copa. Ahora da hasta miedo usar el enjuague bucal o un jarabe para la tos y que salgas positivo en el alcohol (le pasó a un conocido a un par de cuadras de su casa que acababa de enjuagarse los dientes y dio positivo; lo detuvieron y pasó un mal rato sin haber bebido)», comentó el especialista en Finanzas, Fernando Jiménez Martins a la publicación de Oyuela.
¿Una solución que no resuelve el problema?
La contradicción es evidente: se cambió el comportamiento del consumidor, se afectó a todo un sector económico, y sin embargo los accidentes no bajan. La raíz del problema, la distracción al volante permanece intacta.
Este escenario plantea un debate necesario: ¿sirve una política tan restrictiva si no ataca las verdaderas causas del problema? ¿Se está construyendo una cultura vial más responsable o simplemente desplazando la responsabilidad a un solo factor?
Por ahora, lo que deja la Ley de Tolerancia Cero es un país con menos restaurantes y más colisiones.