La ONU acusó a Moscú de acciones que «podrían constituir crímenes de guerra» en Ucrania tras la invasión del 24 de febrero.

La ONU acusó a Moscú de acciones que «podrían constituir crímenes de guerra» en Ucrania tras la invasión del 24 de febrero.
Zelenski negó la caída de Mariúpol, mientras Rusia confirma que su objetivo es el control del sureste de Ucrania.
El Comandante Volyna publicó un mensaje en video en la madrugada de ayer diciendo que sus hombres tenían apenas unas horas más de vida.
Además logró la retirada de las tropas enemigas en Izium, dos golpes a Rusia en su afán de apoderarse del Donbass.
La medida de la Organización de Estados Americanos se daría como represalia por los guerra que lleva adelante Rusia en territorio ucraniano.
Aún no se sabe si las declaraciones de los soldados británicos, Aiden Aslin y Shaun Pinner, fueron hechas bajo presión.
Durante la noche Moscú realizó «decenas» de ataques aéreos en la región del Donbass. También espera en las próximas horas tomar el control de Mariúpol.
Zelenski aseguró que ni siquiera cree en las garantías de seguridad y el derecho internacional frente al horror que se vive en Ucrania.
La armada de Rusia tuvo que evacuar el buque insignia Moskva, que fue golpeado en el mar Negro por un misil ucraniano.
Abramovich, uno de los más leales laderos del presidente Vladímir Putin, es uno de los magnates sancionados por Occidente por la guerra en Ucrania.